Dice que ese país es una “putrefacción total” gracias al llamado socialismo del siglo XXI.
Mario Vargas Llosa y Andrés Oppenheimer en el conversatorio de la SIP
4 octubre 2015 / EDH
CAROLINA DEL SUR. El Premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa condenó ayer en Charleston la “putrefacción total” que padece Venezuela y advirtió de que la “corrupción” es la mayor amenaza para la democracia en América Latina.
Con estas contundentes palabras, Vargas Llosa (Arequipa, 1936) apeló en un multitudinario acto a los gobernantes de la región para que manifiesten una defensa sin ambigüedades de la democracia, con motivo de la asamblea general de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), que se celebra en dicha ciudad.
El escritor peruano reprobó expresamente la “falta de coraje” y “neutralidad” de los Gobiernos latinoamericanos a la hora de denunciar “dictaduras crecientes” como la venezolana y fomentar la lucha inequívoca contra la corrupción en sus países.
En una conversación que mantuvo con el periodista argentino Andrés Oppenheimer, Vargas Llosa, de 79 años, fue tajante al asegurar que Venezuela es una “putrefacción total” por consecuencia del denominado socialismo del siglo XXI y que se encamina a unas elecciones fraudulentas en los comicios parlamentarios de diciembre próximo.
“(El gobernante venezolano, Nicolás) Maduro sólo puede ganar estas elecciones mediante un fraude monstruoso”, dada su “impopularidad” y la pobreza, corrupción gigantesca, inflación galopante y alta criminalidad en que ha sumido al país suramericano, avisó el autor de “La fiesta del chivo”.
“Venezuela es el país más corrupto en el mundo, donde los jefes de gobierno son los jefes de las mafias y se encuentra en un estado de putrefacción social; pero le tiene miedo a la OEA, que nunca ha defendido la libertad de expresión”, enfatizó.
Vargas Llosa, que se mostró lleno de energía y lucidez durante toda la entrevista de una hora de duración, ironizó para decir que, examinando la historia de los fracasos de la democracia en Latinoamérica, solo se puede llegar a la conclusión de que la “perseverancia en el error es una característica latinoamericana”, lo que fue recibido con risas por el numeroso público.
Se concentró también en criticar sin ambages al gobernante ecuatoriano, Rafael Correa, a quien tildó de “gran demagogo” que ha impulsado “leyes represivas” que ahogan la libertad de expresión y a los medios de comunicación.
Previamente, señaló al narcotráfico como “enemigo peligroso en América Latina de la libertad de expresión”, un fenómeno criminal que “ve en la prensa libre su enemigo” y que debe ser derrotado con las herramientas del “coraje y la responsabilidad”.
Volvió a situar la lacra de la corrupción como el mal primero que carcome a muchos países y gobiernos de Hispanoamérica, y citó, entre otros, el caso de Brasil, un país que, apuntó, “parecía haber despegado y ha frenado y retrocede” con los “inversores sin querer invertir un centavo”.
El también premio Cervantes de 1994 achacó el retroceso brasileño a la “corrupción de vértigo” que devora al país y que se mostró en “niveles de apogeo” con el gobierno del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010).
Durante cinco días, la SIP abordará los principales desafíos en el sector de la comunicación en Latinoamérica, especialmente la libertad de expresión, la violencia contra periodistas (11 muertos en el último semestre), la alta concentración de medios en manos de algunos Gobiernos o el auge de la prensa digital y las nuevas tecnologías.
Sobre esta última cuestión, tecnología y medios, el escritor peruano nacionalizado español hizo un diagnóstico: La tecnología es “fuente de progreso”, pero “librada a sí misma puede crear un mundo de robots, Hay que humanizarla”.
No se libraron tampoco de sus ataques los movimientos secesionistas en Europa, especialmente el de Cataluña, un nacionalismo al que tachó de “ficción maligna” creada a partir de “mentiras”.
El nacionalismo catalán, subrayó, es una “ficción creada” a partir de “mentiras y falsificaciones del pasado y de la realidad presente”.
Sobre Trump
El Nóbel lamentó que ninguna sociedad del continente americano este “vacunada” contra el racismo y la xenofobia, y colocó como ejemplo al precandidato presidencial, Donald Trump.
Trump, favorito en los sondeos sobre la contienda presidencial republicana para llegar a la Casa Blanca, a quien retrató como “profundamente antidemocrático”, un “demagogo de tipo racista”.
No obstante, aseguró que el precandidato republicano a la Presidencia de Estados Unidos “no tiene la menor posibilidad de convertirse en el candidato de su partido”.
Trump practica el “viejo racismo de la caverna” y eso le “descarta en un país tan profundamente democrático como Estados Unidos”, apostilló.
El problema, a ojos de Vargas Llosa, es que los “prejuicios son más profundos a veces que los argumentos racionales” y calan en partes de la población.
Visita del Papa
En cuanto a la visita del papa Francisco a Cuba y las críticas por su rechazo a reunirse con miembros de la disidencia en la isla, Vargas Llosa consideró que el hecho de que no se viera con opositores responde a una “operación política de más largo alcance”.
Eso sí, planteó la “gran incógnita” de si “quedarán solo en retórica los gestos y declaraciones” de Francisco, porque, hasta ahora, afirmó, “detrás de estos no hay nada”.
Se despidió con humor de los numerosos periodistas congregados en el salón de conferencias diciendo que el “fantasma del nobel” le deja tranquilo y no le ha convertido en una estatua, “un muerto en vida”.
En la cita anual de la SIP participan más de 300 asistentes del 2 al 6 de octubre procedentes de más de una veintena de países.
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Don Mario y el huracán. De Eduardo Torres
Acá es la naturaleza la que desafia a los participantes, mientras que en muchos de nuestros países, el desafío sigue siendo el autoritarismo que ve en la labor periodística un adversario a vencer.
Eduardo Torres, director editorial de El Diario de Hoy
Eduardo Torres, 4 octubre 2015 / EDH
Abundante lluvia hubo al aterrizar en esta sureña ciudad de Charleston, Carolina del Sur, para la realización de la Asamblea General de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP). Vaya, pensé, al enterarme sobre la posibilidad que impactara a “las Carolinas” el huracán Orlando: Acá es la naturaleza la que desafia a los participantes, mientras que en muchos de nuestros países, el desafío sigue siendo el autoritarismo que ve en la labor periodística un adversario a vencer. Coarta la libertad de expresión, cerrando o ahogando medios de comunicación como con el uso y distribución de frecuencias, pautar o no publicidad gubernamental con base en la línea editorial de cada medio, legislar para evitar una prensa crítica.
La cereza del pastel de lo que va de esta lluviosa reunión ha sido el foro “Democracia y libre expresión”, en el cual entrevistó Andrés Oppenheimer a Mario Vargas Llosa, quien a sus 79 años trabaja todos los días esté donde esté, ya que concibe su vocación literaria en contacto con la realidad y no encerrado en un mundo irreal; añadió sentir pasión por el trabajo, y que quiere mantenerse así, vivo, hasta el final. Esto, a una pregunta de Andrés, qué hace un Premio Nobel visitando países donde sus gobernantes no lo quieren por sus opiniones políticas, como le sucedió últimamente en Venezuela y en la Argentina.
Acá algunos de los otros temas que respondió:
– Libertad de prensa: no había bajo las dictaduras militares, cerraban medios, exiliaban, mataban. Esa América Latina fue peor, hay ahora más canales de comunicación (en referencia a la web) que en el pasado, o lo que es más difícil para gobiernos antidemocráticos y corruptos restringir la libertad de prensa. Aunque existan nuevas amenazas como el narcotráfico, que van más allá de los gobiernos y adversan ser escrutinados.
– Denuncia a países del Cono Sur: ante recientes denuncias de Ecuador, Venezuela y Argentina de que están siendo amenazado por grupos empresariales que buscan darles golpes de Estado, el Premio Nobel responde que no es así, que lo que quieren es restringir la libertad de prensa. Viejos argumentos, sostuvo, desgastados y que además no son ciertos.
– Donald Trump: piensa que no tiene posibilidad de ganar la nominación republicana pero que ve triste que un sector de la sociedad estadounidense se entusiasme con él, a pesar de las estupideces que dice. Piensa que hay sectores en el Partido Republicano que se dan cuenta que se les percibe muy a la derecha con lo que cree que están centrándose un poco más para ganar la próxima elección.
– Visita Papa Francisco: fue una concesión en Cuba lo de los disidentes, fue operación política de largo alcance para fortalecer la Iglesia a futuro. Su visita a los EE. UU. la calificó de un éxito. Piensa que bajo el Pontífice ha habido mucho discurso pero poco movimiento en las estructuras vaticanas. Y la pregunta que surge es si ¿habrá allí algún cambio? A una pregunta de Andrés sobre las posiciones económicas del Papa, Vargas Llosa dijo que el capitalismo es inseparable de la libertad y de la democracia. Que lo que dice el Pontífice sobre la economía es la posición tradicional de la Iglesia y que es esta la que está equivocada, no el Pontífice.
– Argentina: Maccri (candidato opositor) representa una alternativa real, fuera de la tragedia que sufre la Argentina: el peronismo. Es una plaga para todos los gustos y recordó cuando ese país era una economía de primer mundo y veinte países de Europa eran del tercero. Dijo que en la década de los 50 y de los 60 sus amigos buscaban ir a estudiar a Buenos Aires no a EE. UU. y a Europa. A la pregunta de Oppenheimer sobre la posibilidad de gobernar que tendría en caso de ganar la elección, don Mario respondió que podría porque el peronismo es varias cosas a la vez. Entre ellas un sistema de poder basado en la conveniencia, admitió que puede haber “perseverancia en el error”, mal que padecemos los latinoamericanos.
– Venezuela: cinismo sublevante de un gobierno que grita que no admite elecciones libres porque las va a perder, le tiene miedo hasta a la supervisión de la OEA. De la oposición venezolana dijo que es encomiable, pero muy lamentable que América Latina no se movilice en contra de una dictadura creciente como Venezuela, y que sean solo expresidentes los que se estén pronunciando.
– ¿Década populista llegando a su fin? El populismo no termina nunca, pero puede ir disminuyendo y con ello genera progreso. El Premio Nobel piensa que la corrupción es la mayor amenaza a la democracia, y puso de ejemplo a Brasil, que con un gobierno que se presentaba al mundo como muy destacado, da vértigo ver lo que ha pasado en Petrobras.
A otra pregunta muy personal de Oppenheimer. el laureado escritor y pensador dijo que vivió la civilización del espectáculo (asunto Isabel), el periodismo amarillo, la chismografía. Dijo que no tiene una cuenta de Twitter y ni le interesa tenerla, pero que el New York Times publicó fotos de una cuenta a su nombre e hizo otras revelaciones infundadas.
Llegó como se marchó, viernes por la noche, trabajó cuatro horas ayer por la mañana viendo la copiosa lluvia desde la ventana de su habitación. Partió luego de su presentación, rumbo a Nueva York.
Aquí afortunadamente el huracán Orlando se aleja de la costa este de los EE. UU., esperándose un mejor tiempo la próxima semana. Ojalá pase así con la salud de la democracia y la libertad de prensa en nuestro hemisferio, que después de la tempestad llegue la calma.