Hay varias maneras de votar, explica el columnista Jorge Ávalos, pero advierte que en realidad sólo hay tres opciones de voto determinantes: el tradicional voto por bandera; el novedoso voto por cara; y el polémico voto cruzado. Aquí razona una recomendación: «Yo creo que tu voto será más poderoso si sólo votás por esos diputados en los que sí creés, en los que sí tenés confianza. Esos son pocos, muy pocos. Elegí a uno o dos por los que podás votar con absoluta certeza de que no te estás equivocando y tu voto será más fuerte, porque estás votando en función de una convicción racional y no de una especulación.»
Jorge Ávalos *
Estamos a la puerta de una importante elección de diputados. Es importante porque las nuevas opciones de voto nos ubican más cerca que nunca de una elección que tendrá resultados más representativos y, por lo tanto, más democráticos. Pero hay un asunto que puede confundir tus prioridades a la hora de votar, porque si bien hay cinco maneras distintas de marcar tu papeleta, en realidad sólo estás ejerciendo tres opciones distintas de voto. Tener claridad sobre esta distinción te ayudará a tomar una mejor decisión.
Para empezar, el voto no es tan fácil como lo dice el Tribunal Supremo Electoral (TSE), que no nos cumplió a los votantes en explicar bien a qué nos enfrentamos en términos de métodos de marcar una papeleta. Hay modos de votar que anularán tu voto, por ejemplo: marcar más de una bandera; o marcar una bandera y los rostros de otros partidos. Por lo que ahora veo en videos y otros recursos de la sociedad organizada que explican cómo votar, hay por lo menos cinco maneras de hacerlo, como lo explica muy bien este video de El Diario de Hoy. Apartá un par de minutos de tu tiempo, buscá esta información y aprendé, que no es tan difícil.
Las tres opciones de voto
Cuando digo que hay tres opciones distintas me refiero a éstas: el voto por bandera; el voto por cara; y el voto cruzado. Si aprendés los distintos métodos de votar, descubrirás que hay más de una manera de ejercer estas opciones la momento de marcar la papeleta o, incluso, de combinarlas, pero al final, tu herramienta democrática son estas tres opciones. ¿Por qué? Porque es sólo por medio del voto cruzado y el voto por cara que lograrás incidir en la conformación de la Asamblea Legislativa.
El voto por bandera es el método tradicional y representa el pasado: es el sistema de voto que ponía la elección de los diputados en manos de los partidos, y es responsable de que hayan diputados que usen su curul para la impunidad, el abuso de poder o los gastos excesivos para viajes y viáticos. El voto por cara y el voto cruzado son el futuro, y al utilizarlos ejercitás con fuerza tu derecho a la democracia, porque te permite determinar quién entra y quién sale de la cámara legislativa.
El FMLN está llamando a que votés sólo por bandera. Lo que te puedo decir sobre esto es lo siguiente: no es necesario. Más importante aún, en cierto sentido, es inútil. En el pasado, si votabas por bandera, el partido podía elegir quién entraba o no a la Asamblea de acuerdo al orden que los directivos del partido imponían en la papeleta. A partir de este año, la Sala de lo Constitucional prohibió esto porque según la Constitución sólo el ciudadano tiene el derecho de elegir quiénes lo representan. Por lo tanto, el voto por bandera ya no se puede usar como el FMLN quisiera.
A partir de esta elección el que sí vota por cara dentro de un partido es el que va a elegir quiénes se convertirán en diputados, por encima de los que votan sólo por bandera. Por ejemplo: Si 90 personas marcan bandera y 10 marcan cara dentro de ese partido, los 10 que marcan cara elegirán quiénes estarán en la Asamblea por ese partido; por eso existe la opción de votar por bandera y, dentro de ese partido, elegir caras. Pero si querés votar por un partido y elegir quiénes te representan dentro de ese partido, hay un mejor método de votación.
El mejor método de votar por un partido comienza por una elección rigurosa y decisiva entre el voto por bandera y el voto por cara. Considerá estos tres pasos:
1. Rechazá el voto por bandera
En primer lugar, decidí que no vas a votar por bandera. Marcar bandera divide tu voto en fracciones para cada uno de los diputados de ese partido. El peligro de esto es que contribuye a mantener en sus partidos a gente con una notoria trayectoria de abuso. Te doy algunos ejemplos de diputados cuestionables por los que yo no votaría nunca, sólo para que entiendas cómo se aplica la lógica de no votar por bandera.
Están los diputados que se escudan en su fuero para no ser llevados a la justicia: Francisco Merino, del PCN, fue arrestado mientras manejaba en estado de ebriedad y con un arma de fuego intentó asesinar a una mujer policía, un hecho por el que nunca fue procesado porque la Asamblea no le quitó el fuero; a Enrique Valdés, de ARENA, se le ha acusado de haber recibido salario como asesor de ginecología en el Centro Nacional de Registros, una trabajo que no es compatible con esa institución y que no realizó, pero nunca fue investigado por esto pese a que existen pruebas contables.
Están también los diputados que gastan excesivamente los fondos públicos sin explicar cómo o por qué. Pero además resulta que estos son también los más abusivos al momento de incumplir sus responsabilidades de trabajo. Los directivos del FMLN, juntos, son los diputados que más han gastado en viajes al extranjero y en viáticos. Sólo entre mayo del 2012 y diciembre de 2014, según datos oficiales de la Asamblea, diputados del FMLN gastaron $353,680 en viajes y viáticos, más que cualquier otro partido. Artículos periodísticos revelan también que los diputados que menos hacen su trabajo por ausentismo también son directivos del FMLN: Medardo González sólo ha asistido seis veces a la Asamblea en los últimos tres años. Y Sigfrido Reyes, que ha sido vinculado a un posible caso de corrupción, tiene el dudoso mérito de ser el diputado que más viaja por todo el mundo y el que tiene el más alto récord de no asistir a sus reuniones de trabajo legislativo: un increíble 99 % de ausentismo. Otro jefe de bancada, Guillermo Gallegos de GANA, recibió de la Asamblea más de $17,000 en compensación por viajes que nunca realizó y que, además, justificó con documentación fraudulenta.
Hay otro tipo de diputados que también se manifiestan siempre en contra de cualquier cambio o renovación, esos que sólo trabajan en función de sus partidos. Un periodista, Sergio Arauz de El Faro, coloca a Norma Guevara, por ejemplo, en una lista de los diputados por los cuales no hay que votar porque es “la típica dirigente política que fomenta la fe ciega entre sus militantes”, pero lo más preocupante es que no sólo fomenta la fe ciega sino que trata a toda costa en promover leyes que colocaría candados a las decisiones del partido negando la opinión de los militantes. Según Arauz, Guevara es “una de las dirigentes del FMLN que defiende ocultar la identidad de los donantes de los partidos políticos y es una detractora de las reformas electorales que ahora permiten elegir por rostro”.
¿Realmente querés a gente así en la Asamblea Legislativa, representándote? Con el voto por cara, los podés sacar. Es simple. Ya que sabes que hay ciertos diputados de tu partido que no querés en la Asamblea Legislativa, lo único que tenés que hacer para negarles el voto es NO votar por bandera.
2. Elegí el futuro electoral: el voto por cara
Ahora bien, para que funcione tu rechazo al voto por bandera necesitás tener uno o más candidatos de tu partido a quienes sí querés ver trabajando en la Asamblea. Tu voto por cara tendrá más peso que el voto de los que sólo votan por bandera. Entonces, son dos pasos: a) No marqués la bandera; y b) Sólo marcá las caras de los candidatos en los que sí tenés confianza. De esta manera, todo el peso de tu voto va a esas caras.
3. Pensá si realmente necesitás o no el voto cruzado
En esta elección tenés una nueva opción: el voto cruzado, eso significa que si rechazás el voto por bandera y elegís en cambio el voto por rostro, entonces también podés votar por más de un partido político. No olvidés que sólo podés optar al voto cruzado si primero rechazás el voto por bandera.
Actualmente hay un movimiento por aprovechar al máximo el voto cruzado. Yo tengo un problema con esto, y es sólo mi opinión pero la quiero explicar. Pese a las tres opciones que tenemos, como ciudadano sólo tenemos derecho a un voto. Cuando marcás más de una cara fraccionás tu voto en partes iguales; pero si votás, además, por varios partidos, tu voto no sólo se fraciona sino que también parece diluirse. Si esto es cierto o no, todavía no está comprobado. Las explicaciones que yo he recibido sobre cómo se contabiliza el voto no me convencen del todo. Así que guardo un poco de sospecha. Es mi derecho. Pero tengo otra razón para no distribuir excesivamente mi voto, y que es más poderosa que las dudas que todavía guardo hacia el TSE.
Mi razón es una convicción. Creo que lo más importante que podemos hacer en esta elección es transformar el perfil de la Asamblea Legislativa. Para hacer eso sólo tenemos que sacar a los abusadores, a los que la sabiduría popular llama los “dinosaurios”, y renovar la plana con nuevos rostros y con los diputados que ya se pusieron a prueba y nos demostraron que sí trabajan por sus departamentos y que no abusan de su poder.
Yo creo que tu voto será más poderoso si sólo votás por esos diputados en los que sí creés, en los que sí tenés confianza. Esos son pocos, muy pocos. Elegí a uno o dos por los que podás votar con absoluta certeza de que no te estás equivocando y así tu voto será más fuerte, porque estás votando en función de una convicción racional y no de una especulación.
Conclusión
Estas son mis recomendaciones: rechazá el voto por bandera; elegí, en cambio, marcar caras; y decidí con absoluta convicción por uno o dos diputados en los que sí creés. Y si también vas a tomar provecho del voto cruzado, te recomiendo que te mantengás dentro del margen de tus convicciones y eso, supongo, significará que no votarás por más de dos partidos.
Una elección no es una apuesta. Es una reafirmación de tu libertad y de tus derechos ciudadanos.
* Periodista premiado por Transparencia Internacional, APES, el CDC y por el Instituto de Derechos Humanos de la UCA.