Y creo que todos tenemos un compromiso que asumir: el de preguntarnos cada día qué podemos hacer para que nuestro país sea mejor y poder heredar un mejor El Salvador a nuestros hijos.
Alfredo Atanacio, 13 diciembre 2017 / La Prensa Gráfica
Empresario ¿Por qué seguís en El Salvador? Esta pregunta la he tenido que responder muchísimas veces cada vez que estoy fuera del país. Y es que pareciera que para la mayoría de la gente no tiene sentido que yo siga viviendo en El Salvador si tengo la oportunidad de operar Uassist.ME desde cualquier otra parte del mundo. No lo comprenden.
Mi respuesta es siempre la misma: es el país donde nací y que me lo ha dado todo. Es cierto que El Salvador está pasando por momentos muy retadores desde hace varios años. Y también, me considero una persona privilegiada y desde mi “burbuja” la realidad que vivo es diferente a la de la mayoría de salvadoreños que no pueden ni siquiera salir tranquilos de sus casas o que no saben si sus hijos regresarán con vida al final del día.
Pero esta vez me quiero dirigir a quienes, como yo, tienen el privilegio de vivir en esta “burbuja”. Nosotros tenemos una gran responsabilidad con nuestro país. Y sería cobarde de nuestra parte que no lucháramos por cambiar la realidad de millones de salvadoreños que a diario se tienen que enfrentar a la violencia, el desempleo, a un sistema de salud pública deficiente, a la falta de acceso a la educación, etc.
Como mencionaba, El Salvador me lo ha dado todo: mi familia, mis amigos, mis negocios. Es mi casa. Y siento la responsabilidad de darle algo de regreso a mi país. He invertido y seguiré invirtiendo (y creyendo) en mi país. Mi compromiso es seguir luchando para crear empleos de alto valor, para dar oportunidades de verdad, apoyar el emprendimiento, dar mentorías y motivar a otros salvadoreños a que también crean en el país.
Y creo que todos tenemos un compromiso que asumir: el de preguntarnos cada día qué podemos hacer para que nuestro país sea mejor y poder heredar un mejor El Salvador a nuestros hijos. Muchas veces nos detiene el pensar que se necesitan grandes acciones, grandes cantidades de dinero para poder hacer algo, pero realmente con pequeñas acciones podemos marcar una diferencia.
Finalmente, también me quiero dirigir al gobierno y a toda la clase política. Si están en los puestos en los que están es porque ganaron por una mayoría, lo más probable es que la mayor cantidad de votos vino de estas personas que a diario sufren todos los problemas sociales y económicos de nuestro país. Señores, dejemos los rencores del pasado atrás que lo único que hacen es alimentar la polarización que existe en el país. Piensen en el impacto que esto está teniendo en todos los salvadoreños. Y mejor cambiemos las palabras de confrontación y de odio político por mensajes que abonen a una paz social, por acciones que lleven al país hacia adelante. Los salvadoreños no necesitamos que quienes nos dirigen nos estén poniendo unos contra otros.