Pese a su edad, esta joven es toda una experta en una de las bebidas más consumidas por las personas en el mundo. Su mayor aspiración es crear en El Salvador una cultura cervecera. Conocé más de ella y de sus proyectos.
Textos de Luis Trejo / Fotografías de Xaviere Rosales y Eduardo Pérez / 5 agosto 2015 / MEDIOLLENO
Ser mujer y joven en una sociedad que por siempre ha sido dominada por hombres no es un camino fácil de recorrer, pero Cecilia ha sabido vencer todas esas barreras que la vida le ha presentado. Sin embargo, su mayor reto es crear en El Salvador una cultura cervecera que vaya más allá de solo consumirla. Para ello, su tenacidad y esfuerzo son las principales herramientas para lograrlo.
Cecilia Cruz es una salvadoreña que a sus 27 años ha sabido ganarse un lugar muy respetado dentro de la cultura cervecera, tanto así que ya está en vísperas de lanzar su propio producto. Su tenacidad y amor por El Salvador la han llevado a idear un mundo cervecero muy distinto a lo que hasta el momento se ha comercializado en El Salvador. Es así, un paso a la vez, que esta joven intenta dejar una huella llena de cultura cervecera en el país. Asegura no ha sido fácil el recorrido, pero está dispuesta a seguir afrontando los retos y aferrándose a las cosas buenas que se le presenten.
Tal como ella misma lo afirma, nuestra Salvadoreña del Mes de agosto 2015 “es la chica de al lado: con la que vas a ver un partido, vas a tomar una cerveza, podés discutir un libro. Vengo de una familia muy trabajadora, emprendedora, lógica, pero que también tengo mi parte divertida. Me gusta disfrutar de las cosas simples de la vida: salir con los amigos, jugar fútbol, visitar el teatro, la literatura, incluso hacer cerveza”, asegura. Pese a que su proyecto más ambicioso le consume la mayor parte de su día a día, también ha hecho el espacio para participar en otras inciativas de gran impacto en su entorno, como la agricultura orgánica (apoyada por su madre) y dar insumos de laboratorios a escuelas públicas.
(Otra mujer talentosa, Gracia González)
“Por el momento mi tiempo está enfocado en tres cosas esenciales, y el más importante de ellos es crear la cerveza que quiero para lanzarla. Prácticamente, ha resultado de poner todos mis conocimientos, que los adquirí al estudiar en Alemania, y tratar de llegar a una cerveza salvadoreña de calidad. También estoy en un proyecto de agricultura orgánica, a través de la infusión de limón y de otras frutas tropicales, mediante un proceso orgánico certificado. Además, estoy impulsando un proyecto educacional, con el que pretendemos, a través de insumos de laboratorio, equiparar escuelas y que la educación del país siga adelante y con calidad”, reitera esta joven mujer que está empoderándose cada vez más de un mundo predominado por hombres.
Según cuenta Cecilia, su pasión por producir cerveza nació cuando se fue a estudiar a Alemania. “Ahí descubrí que esto no es solo una bebida, sino que hay toda una cultura detrás de ella y lo pude vivir en mi día a día mientras estuve afuera. La cerveza tiene una ciencia y un arte detrás, y eso fue lo que me convenció de seguir ese camino. Al final, llegué al punto de decidir si me quedaba en Alemania o si regresaba a El Salvador. Opté por venirme y hacer algo diferente acá, como yo quisiera y como a mí me gustaría, entonces me vine. Y lo hice porque amo a mi país, creo en él y sé que con esfuerzo puedo lograr todo lo que me proponga”, cuenta esta salvadoreña.
(Un padre que da todo por los jóvenes)
“Mi primer llamado es a que no te rindás de tu país. A mí me han preguntado tantas veces que por qué me regresé, pero yo les digo que amo a mi país y creo que puedo salir adelante aquí. No hay que rendirnos. Ya tenemos tantas cosas malas y si lo tiramos peor va a ser. Lo segundo es que sigan sus sueños. Yo me fui, siendo mujer, sola a Alemania, sin conocer a nadie, sin saber nada y logré mi título y ahora ya estoy aquí. Lo importante es seguir adelante”.