El empresario salvadoreño Fernando Poma respondió a una carta abierta escrita por el reverendo de la Iglesia Evangélica Protestante de El Salvador Martín Díaz, quien le hizo un “un llamado a la reflexión” y lo hizo público por medio del sitio web Diacrónico.
Carta emitida por el reverendo Díaz
“Carta abierta a Fernando Poma
28 octubre, 2015
Rvdo. Martín Díaz / Montevideo
Respetable Fernando Poma,
He decidido escribir esta carta para hacerte un llamado a la reflexión, y es que últimamente he visto como en tus redes sociales vas publicando diversas opiniones y cómo promocionas tu banda musical. La verdad me pareció muy curioso ver citas de Bob Marley y que sigas a tantos grupos de diversas cosmovisiones, sobre todo budistas.
Tú sabes a la clase social que perteneces y habiendo estudiado en Cornell debes tener muy seguramente una identidad de clase muy definida. Es por eso que me da esperanza que tengas una búsqueda espiritual siendo quien eres y tomando en cuenta la posición que ocupas a nivel simbólico, como parte de ese 1% que controla las riquezas y la voluntad de poder en nuestro país.
Sin embargo, es imprescindible ir más allá del discurso y empezar a actuar coherentemente con este perfil público con el cual estás construyendo una imagen más cercana a la clase media; me pregunto cómo es compatible este pensar y sentir cuando eres una de las cabezas de un grupo empresarial que deforesta nuestro país. ¿Cómo es compatible tu pensamiento (público) con tus acciones?
Con todo respeto te hago un llamado a la congruencia entre tu discurso y tu accionar.
No se trata de permisos, no se trata de tener los famosos papeles en regla, se trata de coherencia, de responsabilidad ambiental, social y cultural, en fin se trata de la tan olvidada mayordomía de la creación.
Tu estás en una posición privilegiada y si las ideas que compartís son auténticas deberías aplicarlas y ejercer tu empoderamiento para mejorar realmente nuestro país.
Sabes que todos ganamos si la salud, la educación y la seguridad mejoran, sabes que si la clase media crece también existirá mayor consumo, lo cual a ti y tu clase les conviene. Estás en el lugar donde se pueden cambiar las cosas.
Habemos muchos salvadoreños y salvadoreñas que trabajamos con nuestros casi nulos recursos materiales por un mejor país, por los derechos humanos, por los derechos esenciales, por la justicia y la paz social, por una vida digna y sustentable. Nosotros somos perseguidos por nuestro trabajo, por defender lo que es justo y digno para nuestra sociedad. Fernando: si tú quieres realmente puedes volcar tus dones para el bienestar de tu país.
Espero que te asumas en el mundo postfreudiano al que estamos entrando y que realmente como miembro del 1% superes la sobrevaloración del dinero y el sexo, que al final no es más que codicia y culto al ego.
Estamos de acuerdo en que la partidocracia de nuestro país es irresponsable, inmadura, corrupta, en fin, nefasta. Pero no sólo nefasta para los negocios de tus círculos, sino más bien para todo habitante de El Salvador. Es imperante superar la dualidad y el fanatismo ideológico sembrado por los hijos de la generación del silencio y su importada “revolución comunicacional”. Con ella nos imponen su verdad, pero tú eres parte de ese conjunto que dicta la voluntad de poder en nuestro país y puedes generar algún nivel de influencia y cambio real.
Pensemos y actuemos con visión de país, promovamos la colaboración intergeneracional y dialoguemos para construir un nuevo El Salvador. Donde vos y los tuyos se sientan bien, pero en donde los demás también tengamos cabida, donde la codicia no tenga lugar, donde el 1% pague sus impuestos, donde podamos vivir dignamente como hermanos y hermanas que somos.
Yo se que esto es difícil, que tienes tus intereses, tu ideología, tu postura como parte del poder económico de nuestro país, pero esto va más allá de eso. Estamos en una situación caótica y pre-apocalíptica en donde debemos pensar, dialogar y construir unidos en diversidad, por la supervivencia nuestra sociedad. Ya tuvimos suficiente de mentalidades y prácticas arcaicas. Hago un llamado a tu conciencia a tu humanismo y a que el Espíritu Santo te ilumine para poder ser una herramienta para la mayordomía de la creación desde tu lugar.
Es muy probable que la vida que tenemos la gran mayoría sea desconocida y surrealista para tu persona. Pero si eres músico, debes tener un alma sensible y puedes hacer el ejercicio de imaginarte como un salvadoreño promedio y ser consciente de lo que implica para millones de nuestros hermanos y hermanas no saber como pagar los recibos a fin de mes, lo que es ser asediado por las pandillas y los partidos políticos, lo que se siente ser criminalizado por ser joven o por el lugar donde vives, lo que se siente comer cada vez alimentos de menor calidad, beber agua cada día más contaminada, no tener tiempo para pensar, para meditar, para crecer y evolucionar.
Fernando, espero sepas comprender la importancia de este llamado y que lo tomes con la seriedad debida. Te invito a asumir tu compromiso histórico, a que te comuniques con las organizaciones sociales, a ir más allá de la Fundación Poma y comunicarte con quienes estamos al otro la de la acera luchando por el bien común y la construcción de un nuevo paradigma.
Abrazos y Bendiciones.
Atentamente,
Rvdo. Martín Ignacio Díaz Velásquez”
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En respuesta Fernando Poma publicó otra carta en sus redes sociales:
“Estimado Reverendo Martín Díaz:
Primero que nada te quiero agradecer por haberte tomado el tiempo de escribirme tus pensamientos sobre mi quehacer como empresario y como persona. Valoro mucho tu opinión.
No obstante lo anterior, me gustaría tomarme algunos minutos para aclarar algunas de tus inquietudes. Inicias tu escrito aludiendo que a través de la música y de opiniones sobre temas espirituales, he construido un perfil público y que mis acciones deben ser coherentes con ese perfil benevolente que se supone he venido formándome.
Mi opinión es la siguiente: El gusto por la música y dar opiniones sobre temas espirituales, no tiene nada que ver con la calidad humana de las personas. Hay personas buenas y malas en todos los lugares, con distintos gustos; y pensar que una persona es buena o mala por sus distintos gustos es simplemente una etiqueta mental. Quisiera aclararte que la única razón por la que toco música en público y opino sobre temas espirituales, es que son temas que me apasionan.
En un país tan politizado, otra etiqueta mental es que todo el mundo tiene que tener una razón escondida para embarcarse en cualquier proyecto. De nuevo te quiero aclarar, que no tengo ninguna agenda, ni política, ni económica, ni de protagonismo, ni de poder. Es más, soy una persona que hago lo que hago, no porque se vea o se sienta bien, sino porque intrínsecamente está bien.
Continúas haciendo un comentario, asumiendo que no hago suficiente por el país y que mi imagen no es congruente con mis acciones. Creo francamente que no estás enterado de las cosas que hacemos, ya que como persona trabajo dentro de la estructura con que nosotros operamos. Me gustaría darte nada más unos cuantos ejemplos:
¿Sabías tú que al 70% de los estudiantes que asisten a la Escuela Superior de Economía y Negocios, Universidad fundada por nosotros, le hemos otorgado beca o financiamiento y les hemos cambiado la vida?
¿Sabías tú que tenemos una organización muy exitosa llamada Supérate Poma, que ofrece clases de computación, inglés y valores a jóvenes de sumamente bajos recursos, la cual es totalmente patrocinada por nosotros?
¿Sabías tú que los proyectos de bienes raíces que lastimosamente a veces requieren la tala de árboles, tienen como requisito reponer con diez nuevos árboles sembrados cada uno que se tala?
¿Sabías tú que tenemos un programa llamado Sembrando Valores, donde hemos capacitado en este año a más de 350,000 niños en escuelas públicas?
¿Sabías tú que tenemos un programa para ayudar a niños abandonados, en el cual no solo los capacitamos en oficios básicos, sino que les contratamos para un empleo?
¿Sabías tú que nuestro programa Libras de Amor, en diez años ha beneficiado a 160,000 personas en 21 municipios a los que ha llegado?
¿Sabías tú a través del Teatro Luis Poma impartimos obras culturales a todo el salvadoreño y que el costo simbólico de la entrada es solamente de cinco dólares, y que todos estos años hemos subvencionado con grandes cantidades de efectivo a este Teatro?
¿Sabías tú que nuestra remuneración mínima (nadie gana menos que ésto) es 40% más alta que la remuneración según Ley?
¿Sabías tú que con nuestro programa de ayuda médico hospitalaria, solo el año pasado hemos distribuido donativos de casi catorce millones de dólares, en medicina, material médico hospitalario, ropa y calzado, alimentos, entre otras cosas?
¿Sabías que con nuestro programa Proyecto País, el cual tiene como objetivo la prevención primaria de la violencia, trabajamos con niños y jóvenes de 6 a 18 años, padres de familia y docentes, buscando promover cambios positivos en ellos y sus comunidades? ¿Sabías que solo el año pasado logramos llegar a 18,110 niños y jóvenes, 13,158 padres de familia y 186 docentes?
Todas las anteriores son algunas de las cosas que nosotros hacemos, pero lo hacemos en privado, porque no sentimos la necesidad de hacerlas para lograr algún tipo de protagonismo.
En tu nota continúas haciéndome un llamado para tratar de apoyar en temas de salud, educación y seguridad. Aquí creo que te puedes referir a algunas de las acciones ya mencionadas, para que puedas ver que ya participamos fuertemente en temas de salud y educación. En el tema de seguridad realmente no sentimos que nos compete y debería ser más que nada liderado por el gobierno.
Finalmente en tu artículo indicas que debería conocer más de cerca cómo vive la gente y que desde mi puesto no estoy realmente enterado. Aquí con respeto te puedo contestar una cosa y es que no necesito darme físicamente contra la pared diez veces para saber que duele. Yo vivo aquí y estoy muy consciente del sufrimiento y la escasez de recursos que enfrenta mucha gente y es algo que me preocupa profundamente. Mi contribución la trato de hacer por los canales que te he mencionado.
Quisiera recalcar que ser músico y dar cualquier tipo de opinión no hace a nadie ni más sensible, ni mejor persona. También quisiera recalcar que no tengo ninguna agenda. Vivo aquí porque me gusta este país y si doy una opinión, creo un perfil o trato de ayudar, es por una sola razón, porque hago lo que siento que es correcto y trato de vivir siempre mi vida con integridad.
Para terminar, si te gusta la música, te invito a que hablemos en persona en algún próximo toque musical y con gusto te invito a una cerveza.
Fernando Poma.”