La Comisión Ejecutiva Portuaria Autónoma (CEPA) es la institución que administra los aeropuertos Óscar Arnulfo Romero y de Ilopango, los puertos de Acajutla y La Unión, y los Ferrocarriles Nacionales de El Salvador. Desde junio de 2014, con la asunción del segundo gobierno del FMLN, CEPA sufrió un relevo de sus autoridades, que empezaron a su vez a efectuar modificaciones en la administración de la autónoma, específicamente en el área de altos cargos como las gerencias y las direcciones, así como se dio la creación de plazas dirigenciales que incluso no se encuentran contempladas en las leyes nacionales.
Estos cambios administrativos, que estuvieron acompañados por los despidos de varias decenas de empleados, provocaron que a la gestión del nuevo presidente de esta autónoma, Nelson Vanegas, la cuestionaran desde el sector de los trabajadores, ya que le señalaron que las nuevas contrataciones no necesariamente cumplían con los perfiles, que había más afinidad política por sobre lo técnico y que había una creación de plazas consideradas innecesarias.
En los primeros meses de la administración de Vanegas se destituyó a gerentes y directores. El primer caso reportado fue el de la gerencia general, cargo que desempeñaba Salvador Villalobos, quien fue sustituido por Emérito Velásquez, relacionado con Transportes Velmont, S. A. de C. V., y conocido de Vanegas por coincidir en eventos de Alba Petróleos de El Salvador años atrás, cuando el actual presidente de CEPA era el dirigente de la Asociación Salvadoreña de Empresarios del Transporte de Carga (ASETCA).
En la gerencia legal de CEPA se contrató a Cristóbal Cuéllar Alas, luego del despido de Carlos Molina. Neftalí Ramírez fue contratado tras el despido de la gerente Yicsi Rodríguez, quien se hacía cargo de los aeropuertos Óscar Arnulfo Romero y de Ilopango. También hubo cambios en las gerencias de puertos marítimos, de ferrocarriles e ingeniería, entre otros.
Vanegas llevó a cabo la modificación y creación de al menos dos plazas. En el caso de recursos humanos, en CEPA había una jefatura que luego, desde la nueva administración, pasó a ser una gerencia, a cargo de Josué Nathan Ramos Ruiz. Y fue creada una gerencia de planificación, ocupada por Ana Elena Escalante.
Asimismo, y aunque la Ley de Adquisiciones y Contrataciones de la Administración Pública (LACAP) establece que las unidades de adquisiciones y contrataciones institucionales (UACI) solo tienen una jefatura, la administración de Vanegas creó una subjefatura de UACI y se contrató a Xiomara Veralise Marroquín Rivera para el cargo.
También hubo modificaciones en la gerencia de seguridad de CEPA y se contrató a José Armando Echeverría Inglés, quien fue en el pasado jefe del Cuerpo de Agentes Municipales de Santa Ana. Para la gerencia de ingeniería llegó Juan Antonio Alarcia y el gerente general, Emérito Velásquez, se hizo cargo de forma provisional del puerto de La Unión, que en su momento gerenció Milton Lacayo.
Hubo nombramientos para las operaciones del aeropuerto, así como en la jefatura de mantenimiento, designación que fue observada por la Autoridad de Aviación Civil (AAC), ya que esta persona no llena el perfil necesario para ese cargo. Igual situación se dio con la coordinación de seguridad del aeropuerto, una plaza que le fue otorgada en un primer momento a una persona que, según fuentes de los trabajadores de CEPA, era una modelo de ropas. En la actualidad, esa persona ya no labora para la institución.
En resumen, la administración de CEPA con Nelson Vanegas como presidente de la junta directiva de la autónoma ha realizado 46 despidos o cesaciones de contrato y en el último año cuenta con un total de 89 nuevas contrataciones, según fuentes cercanas a la directiva de CEPA.
Los cuestionamientos
De los nuevos nombramientos en CEPA, los que han sido más cuestionados por los trabajadores son los relacionados con el aeropuerto Óscar Arnulfo Romero. Joaquín Campos es secretario general del Sindicato de Trabajadores y Trabajadoras de la Industria Aeroportuaria, Similares y Conexos de El Salvador (SITIASYCDES) y asegura que la nueva administración de CEPA ha llevado a cabo la apertura de plazas que no existían, como en el caso de una subgerencia para el tema aeroportuario, cargo para el que fue contratada una persona que, también como en el caso de la plaza de coordinadora de seguridad, dejó su puesto meses atrás tras sus contrataciones en 2014.
“Nunca ha existido la plaza de subgerencia –citó Campos por poner un ejemplo–. Vemos que se ha perdido la brújula porque no hay una coordinación en el trabajo. Allí nadie sabe quién manda, y sobre todo hay un nivel de estrés laboral porque no saben (los trabajadores) en qué momento pueden ser despedidos para poder ellos traer a su gente”, dijo el dirigente sindical. Campos dejó ver en sus declaraciones por lo menos tres situaciones en CEPA: descoordinación, inestabilidad laboral y falta de meritocracia.
Vanegas, en su defensa, por lo menos en el caso de la creación de la subgerencia del aeropuerto, alegó: “Consideramos definir algunas funciones porque al gerente le era difícil atender todo. Consideramos que era mejor dividir todo el tema aeronáutico y la otra persona más empeñada en lo administrativo”.
El presidente de CEPA rechazó que exista duplicidad de las órdenes administrativas y descoordinación. “En lo absoluto, mi relación directa es con los gerentes”, dijo Vanegas. Meses atrás, al consultar al funcionario por las numerosas modificaciones en CEPA, indicó: “Estamos igual que todas las instituciones que están siendo reestructuradas, revisando cómo poder fortalecer la institución. Yo creo que esto (reestructuración) lo están haciendo todas las instituciones de Gobierno, e igualmente en la empresa privada también se realiza y hay momentos en que hay que revisar”.
Pero la reestructuración de CEPA no solo ha sido cuestionada, como lo expresó el dirigente sindical, por una falta de coordinación, también por la falta de meritocracia para las contrataciones.
Algunos hallazgos
La AAC, que es la reguladora del sector aviación y de CEPA en cuanto al manejo de los aeropuertos, hizo señalamientos directos sobre la contratación del nuevo jefe de mantenimiento del aeropuerto Óscar Arnulfo Romero, quien no reunía los requisitos del perfil para el cargo.
Ante la observación que se le hizo a CEPA, la decisión no fue hacer la sustitución para que un profesional con el perfil adecuado ocupara el puesto, sino que se envió al jefe de mantenimiento a recibir un plan de capacitación por un año.
A pesar de ello, el presidente de la AAC, René López, explicó en su momento que las especialidades que el perfil para el cargo exige no existen en ninguna universidad de El Salvador, por lo que se hacen esas capacitaciones para cumplir con la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI).
En otro caso, Ramos Ruiz, el gerente de recursos humanos de CEPA, también desempeña el cargo de gobernador suplente de La Libertad por parte del Ministerio de Gobernación.
En un comunicado, el ministerio aclaró que el cargo de Ramos Ruiz como gobernador suplente de La Libertad es ad honórem, por lo que se descarta un caso de doble salario en la función pública. Sin embargo, los dos cargos tienen tareas específicas que exigen permanencia en los puestos.
El gerente de ingeniería de CEPA, Juan Antonio Alarcia, tiene a su cargo la dirección y supervisión de todas las obras de infraestructura de los puertos, de los aeropuertos y el ferrocarril. Alarcia, según la hoja de evaluación de aspirantes que llenó para acceder al cargo y cuya copia certificada tiene en su poder LA PRENSA GRÁFICA, es un ingeniero agroindustrial que tiene experiencia en un proyecto de reingeniería de una planta industrial de alimentos precocidos.
Y también familiares
En CEPA también trabajan familiares de funcionarios del Gabinete de Gobierno del presidente Sánchez Cerén. Un caso es el de Willian García Rodríguez, abogado de la gerencia legal, quien es familiar del viceministro de Transporte, Nelson García.
Asimismo, Antonio Hasbún, familiar del secretario de Gobernabilidad de la Presidencia de la República, Franzi Hasbún, es el jefe de mantenimiento de Ferrocarriles Nacionales de El Salvador.
A pesar de las consultas para estos funcionarios a través de sus respectivas oficinas de comunicación y prensa desde hace meses, no se ha logrado tener su versión sobre estos casos.